dilluns, 30 de juny del 2008

InfoTallers: Las redes WiFi vuelven a las calles (La Vanguardia - La Cafetera Rusa)

Conexiones inalámbricas en todas partes, y un consejo para facilitar el acceso a todas las redes que utiliza un mismo usuario

Como tantos otros inventos, el del acceso inalámbrico público a Internet llegó demasiado pronto. En plena burbuja de Internet, muchos de los proyectos que hace unos años aspiraban a cubrir las calles con WiFi fracasaron al chocar con la inviabilidad de sus modelos de negocio o con la oposición de las operadoras de telecomunicaciones, ejercida en forma de demandas indirectas contra los ayuntamientos más atrevidos.

Pero con el paso del tiempo las condiciones han cambiado y, sobre todo, el parque de dispositivos (ordenadores portátiles, PDA, móviles avanzados) compatibles con las redes WiFi ha crecido considerablemente. Por eso las redes WiFi están volviendo a las calles: la empresa británica The Cloud (la Nube) lleva meses vendiendo acceso inalámbrico a Internet en el centro de Londres, mediante una red instalada en farolas y señales de tráfico de la City. Asimismo, la semana pasada se supo que el malogrado proyecto de convertir la norteamericana Filadelfia en ciudad WiFi, uno de los más ambiciosos del mundo, va a ser resucitado por un grupo de inversores. Más cerca de aquí, otros municipios consideran que el acceso público a la red es un valor ciudadano. La piscina municipal de La Seu d'Urgell ha comenzado a ofrecer conexión inalámbrica a los bañistas, justo a tiempo para la temporada veraniega. En Cardedeu, todos los edificios municipales, desde el ayuntamiento hasta el museo, pasando por el pabellón de deportes, la biblioteca pública y la de alguna escuela de primaria, forman ya una red de zonas WiFi abiertas. Lo mismo está ocurriendo en Barcelona: según el alcalde Jordi Hereu, los actuales 50 puntos municipales de acceso a Internet se duplicarán a primeros de 2009 y alcanzarán la cifra de 500 durante el año 2010. Eso sí, de modo limitado, pues sólo funcionarán durante el horario de apertura de las sedes municipales y durante un plazo máximo de una hora. No serán los únicos: Hereu indicó hace pocos días que el nuevo modelo de semáforo de bajo consumo, del que se instalarán más de 11.000 unidades en más de 1.600 cruces de la ciudad, también está preparado para actuar como punto de acceso a Internet sin hilos. Mucho antes, la operadora Fon, que ya ha distribuido cientos de antenas en el barrio madrileño de Chueca, tiene previsto arrancar en los próximos días una red de acceso a Internet en casi 700 quioscos de Barcelona y su área metropolitana, aprovechando la instalación de pantallas planas de publicidad que la empresa CanalKiosk tiene en estos puntos de venta de prensa. Estos nuevos quioscos WiFi se incorporarán a la red de Fon, que cuenta con 17.500 puntos de acceso en España y 200.000 en el mundo. Fon, creada por el emprendedor Martín Varsavsky, aplica el modelo del intercambio entre usuarios: yo abro la conexión de mi casa u oficina a otros miembros de la red, y a cambio puedo usar las de ellos. Quienes no forman parte de la red pueden comprar tiempo de conexión mediante tarjetas prepago. El acceso a algunos servicios puede ser gratuito para todos los usuarios, como ocurre con las consultas a Google, que es uno de los inversores de Fon.

Una llave maestra para todas mis redes inalámbricas

Puedo atestiguar que el sistema de Fon funciona: hace meses que soy
fonero y en más de una ocasión he dispuesto de Internet en otras ciudades a través de las antenas de personas a las que no conozco. No obstante, la mayoría de las veces me conecto a redes inalámbricas conocidas, a las que tengo permiso para acceder: la de mi oficina, las de la universidad, las de mis familiares, las de empresas para las que trabajo... Aún así, tener que reconfigurar el portátil para cada una de esas conexiones, recordando cada una de las contraseñas, era todo un engorro. Afortunadamente ha dejado de serlo, desde que utilizo un práctico servicio gratuito llamado Devicescape. Una vez dado de alta en la web de Devicescape, hay que introducir en ella los datos de acceso a todas mis redes WiFi conocidas, y luego descargar e instalar en todos mis terminales equipados con WiFi un pequeño programa (disponible para Windows, Macintosh, Windows Mobile y Symbian, entre otros; los teléfonos BlackBerry con WiFi ya lo llevan incorporado). Cada vez que detecta una de mis redes conocidas, el programa consulta mis datos de acceso en el servidor de Devicespace y los aplica para conectarse a la red de forma transparente, sin que yo tenga que hacer nada más. Y lo mejor es que a través del servicio puedo compartir el acceso con otros usuarios, de forma selectiva y sin tener que facilitarles las claves de mis redes. De este modo, por ejemplo, puedo cambiar la contraseña del router WiFi de mi casa y mis amigos y parientes provistos de WiFi y Devicescape podrán seguir conectándose sin notar nada cuando vengan a cenar. Una idea muy ingeniosa.

Font / Fuente: La Vanguardia (La Cafetera Rusa) - http://www.lavanguardia.es/lv24h/20080630/53492277720.html

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